Orígenes y evolución de las gorras de béisbol

El béisbol es un deporte que se practica desde hace más de un siglo en Estados Unidos y en otros países del mundo. Según un informe del New York Times, la costumbre de que los jugadores de béisbol llevaran gorras apareció por primera vez en 1849. Aunque en aquella época los jugadores de béisbol la llevaban, al público en general nunca le gustó mucho. No fue hasta la década de 1970 cuando la práctica de llevar una gorra de béisbol fuera del campo se convirtió en algo habitual en Estados Unidos.

Hubo un tiempo en que las gorras de béisbol eran mucho más apreciadas que ahora. Las gorras de béisbol, que durante mucho tiempo se consideraron extrañas prendas para la cabeza, se han convertido recientemente en el artículo más deseado del mundo de la moda. ¿Se ha parado a pensar alguna vez en los factores que han provocado este cambio?

El atuendo del hombre moderno no está completo sin una gorra de béisbol bien hecha. Desde principios de los años 50, los mejores fabricantes de gorras han estado produciendo gorras para los jugadores de béisbol. La introducción del estilo Iconic 59fifty cambió para siempre la forma en que la gente veía las gorras de béisbol. Los jugadores profesionales de béisbol siguen utilizando este diseño hoy en día.

El 19 de junio de 1846, en Hoboken, Nueva Jersey, los New York Knickerbockers se enfrentaron al más prosaico New York Baseball Club en el primer partido de béisbol de la historia que se podría reconocer. Ciertamente, ya se habían celebrado competiciones con bate y guante en todo el noreste, pero los Knickerbockers formalizaron el número de jugadores, las reglas del juego y el uniforme: Todos vestían camisas y pantalones idénticos y sombreros de ala ancha hechos con finas tiras de madera trenzada cuando se presentaban en el estadio conocido como Elysian Fields.

El partido de aquel día constaba de nueve entradas, nueve posiciones de campo y juego sin cronometrar. Es lamentable que las peleas en los banquillos, los escándalos de trampas y el uso antideportivo de las drogas hayan puesto a prueba con el paso de los años la estipulación de los Knickerbockers de que todo jugador "debe tener también la reputación de un caballero", pero el béisbol moderno aún debe mucho a la década de 1860. Sin embargo, los sombreros de paja duraron poco.

A los pocos años, los Knickerbockers empezaron a utilizar lana merina, y la forma del sombrero evolucionó hasta tener un ala delantera estrecha y costuras sofisticadas para sostener una corona de seis paneles más alta y cómoda. Esto lo distinguió de sus precursores, la gorra de copa delantera y el sombrero de ala doble. La nueva versión corta no se diseñó por estilo, sino para proteger los ojos de los jugadores del sol. En 1901, los Tigres de Detroit dieron el paso más significativo en la historia del béisbol al empezar a llevar gorras con su animal homónimo, convirtiendo una simple sombrilla en un estandarte de guerra. La versatilidad y el gran atractivo de la gorra la convertirían en la exportación de moda estadounidense de mayor éxito de la historia, e influiría para siempre en los estilos de vestir de otros países.

Cuando en 1908 apareció la gorra "estilo Filadelfia", más duradera, pronto fue adoptada por los equipos de las Grandes Ligas. Los ingenieros siguieron mejorando el diseño, consiguiendo coronas más altas y materiales más duraderos. La primera retransmisión televisiva de un partido de béisbol de las Grandes Ligas, el 26 de agosto de 1939, atrajo a una nueva afición y provocó una oleada de nuevos uniformes y traslados de equipos. En 1945, todos los equipos tenían sus propias gorras de marca, y el look se impuso rápidamente entre los aficionados jóvenes, sobre todo entre los que habían crecido jugando a las Ligas Menores.

Los sombreros con frente de espuma eran populares entre los agricultores en los años 60 y 70, cuando las empresas empezaron a marcarlos con logotipos y a añadirles correas de plástico baratas para poder ajustarlos a diferentes tamaños de cabeza. Los conductores de largas distancias adoptaron estos nuevos accesorios, que les resultaban más cómodos gracias a su parte trasera de malla, y así nació el boom de las gorras de camionero.

Y también hay otras razones para este tipo de cambio.

El inicio del espectacular ascenso de la gorra de béisbol a la popularidad cultural en Estados Unidos puede remontarse a principios de los años ochenta. Cuando conocidos actores y músicos empezaron a llevarlas, muchos admiradores cambiaron de opinión. Uno de los muchos actores que contribuyeron a la popularidad de la gorra de béisbol es Ron Howard. El meteórico ascenso a la fama de Howard puede atribuirse en gran parte al éxito que obtuvo en "El show de Andy Griffith". Sin embargo, está muy claro que no fue el único. Antiguamente, cuando los directores de Hollywood trabajaban en los platós, solían llevar gorras de béisbol, y no era sólo por moda. La utilizaban no sólo para protegerse los ojos y la piel, sino también para cubrirse la cabeza y la cara cuando había mucha luz.

El impacto de los actores en los programas de televisión también puede considerarse un factor que contribuyó a la adopción generalizada de las gorras de béisbol dentro de la cultura popular. El hecho de que Tom Selleck llevara una gorra de los Tigres de Detroit fue un acontecimiento para los espectadores de sus programas policíacos de la CBS. Los aficionados desarrollaron progresivamente una nueva admiración por las gorras de béisbol como resultado de la mayor visibilidad de personajes famosos que las llevaban en televisión. Un gran número de espectadores de la serie policíaca estadounidense "Magnum, P.I." decidieron disfrazarse de sus personajes favoritos. Como consecuencia, empezaron a llevar gorras de béisbol. Como respuesta directa a la demanda provocada por esta tendencia, New Era empezó a vender gorras de campo a sus clientes.

Como ya se ha señalado, la industria de las gorras se revolucionó después de que el director Spike Lee llamara a New Era. Se puso en contacto con New Era para ver si podían crearle una gorra roja a juego con su chaqueta de los Yankees. Aquel pedido marcó el comienzo de una nueva era de personalización en el sector de las gorras. En la actualidad, New Era tiene en stock más de 5.000 millones de estilos distintos de gorras.

Las gorras de béisbol ya no son sólo un accesorio de moda. Dicen que es el nuevo negro, y es cierto. Algunas de las personalidades más destacadas del mundo de la moda son conocidas por lucir gorras de béisbol. En la portada de una revista, Anne Hathaway lucía una gorra de los New York Giants.

Casas de alta costura como Chanel, entre otras, han empezado recientemente a fabricar sus propias gorras de béisbol. También están probando nuevas técnicas y materiales, como el cuero, para crear algo realmente único. El béisbol de las Grandes Ligas no es el único equipo que prueba nuevos diseños de gorras de béisbol.

Visto desde una perspectiva histórica, el meteórico ascenso de las gorras de béisbol como accesorio imprescindible de la moda moderna es apasionante. Actualmente, empresas de todo tipo la utilizan para difundir información sobre sus productos y servicios. Como forma de expresión personal, la llevan personas de todas las edades. En otras palabras, el futuro de la gorra de béisbol parece prometedor.

Deberías aprovechar que las gorras de béisbol están de moda para situarte al frente del pelotón de la moda.

diferentes tipos de sombreros

Debido a sus orígenes en la comunidad del béisbol, las gorras de béisbol han estado indisolublemente ligadas al mundo del deporte. Hoy en día, jugadores, entrenadores y aficionados de todos los colores lucen gorras distintivas. Por otra parte, si quieres ser visible en el campo, lo mejor es llevar una gorra de béisbol de un color llamativo.

Gorras Trucker personalizadas

En la cancha, el negro y el rojo nunca pasan de moda; sin embargo, para los diseñadores puede ser todo un reto adaptar una combinación atemporal como el negro y el rojo a una identidad de marca única. El estilo de la gorra de béisbol recibe un impulso más atrevido gracias a este detalle. La gorra de béisbol ha pasado de ser una prenda deportiva diseñada principalmente con fines prácticos a convertirse en un accesorio esencial en el arsenal de todo aspirante a fashionista.

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